jueves, 13 de noviembre de 2008

Y sin embargo...

Te quiero...

Cuando te ví me reconocí en ti de forma casi inmediata, una emoción me recorría completa porque tus palabras fueron llegando de a poco y a cuenta gotas a mi. Atravesaste mi coraza, y lograste germinar mis manos y nacieron letras y acuné contigo hojas de pequeñas historias compartidas.
Y fue mi necesidad la que hizo que cualquier momento fuera bueno para que surgiera una idea. Llenaste mi estómago de mariposas y de pájaros mi cabeza. Me atrapaste en tu mirada sin mirarme. El leerte y saberte ahí era mi aliento..

Ahora te has ido y como siempre, las palabras no dichas hicieron lo suyo.

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